Sobre el arte y sus doctrinas (Parte II)

Doctrina Tolstoi

Creada y defendida por León Tolstoi, nos presenta una doctrina sumamente pesimista respecto al arte, este doctrinario nos plantea que el arte como un elemento innecesario para la humanidad, incluso como un sistema de opresión nocivo.
Tolstoi plantea que el arte es simplemente la manifestación de la vanalidad y orgullo de un solo sujeto, para beneplácito de un grupo muy limitado de personas. Dentro de esta concepción, la belleza de una obra pasa a segundo plano, tomando su lugar la arrogancia y el deseo de inmortalidad así como la inmoralidad respecto a las masas por parte del artista.
Tolstoi, para demostrar su teoría comenta que, por ejemplo, para la producción del más sencillo baile, ópera u opereta varios hombres se ven obligados a entregarse a un trabajo que muy a menudo resulta humillante y penoso, pues los artistas no cumplen por si mismos la suma de trabajo que requieren sus obras. El auxilio que requieren para la culminación de los mismos lo obtienen de distintos modos, ya en forma de dinero dado por los ricos, ya en forma de subvenciones otorgadas por el Estado y proveniente del pueblo, que en su mayoría, tiene que privarse de lo necesario para pagar la contribución”
Por tanto, derivado del estudio de la obra de este artista, en su totalidad, deducimos que arte es toda exteriorización de la vanalidad de uno o un grupo de personas, que oprimiendo a un determinado grupo humano, logra una exteriorización efectiva que satisface el ego del llamado artista.
No obstante la visión negativa y oscura de este, obviamente artista literario, surgen diversas críticas a su doctrina: el arte, en primera instancia, con el tiempo ha dejado de ser aquel elemento de lujo al que accedían unos pocos dentro de los sistemas socio políticos en que se desarrollo la vida del artista, ocurriendo, en nuestros días, exactamente lo contrario; el artista pobremente puede vivir de sus obras, no hay casi contribuyentes para el desarrollo del arte, la piratería y el plagio, al orden del día, no hacen más que empobrecer a los creadores y, finalmente, el Estado ha dejado de patrocinar a numerosos artistas, dejando de lado las expresiones creativas novedosas y centrándose en aquellas que unos pocos organismos consideran, a su mezquino juicio, como arte.
Lejos nos encontramos de aquel idílico mundo de Tolstoi donde el arte es tan apreciado como alguna fina gema labrada, el mundo que hubiera podido corregirse para bien…

Doctrina Marxista Occidental

Parte de la filosofía del Marxismo Occidental, presenta como sus principales exponentes a Lukács, Benjamin y Horkheimer.

Determina que el arte debe ser considerado como una forma de conocimiento de la realidad, este además, presenta una característica diferencial considerada central: nos permite la unidad entre lo objetivo y lo subjetivo, lo esencial y lo fenoménico, que le daba la posibilidad de penetrar en la alienación propia de la sociedad capitalista. Esta, no es aquella interesada e instrumental de la que se sirve el mercado capitalista, es más bien, la contraparte de la actividad alienada y desubjetivizada de las fábricas.

Benjamin, nos habla de algo realmente interesante: la función social del arte, y paradójicamente, explica que dicha función social es precisamente que el arte no posee ninguna. Nos preguntamos, ¿entonces de que sirve el arte en la doctrina marxista occidental?, la respuesta nos las brinda el mismo Benjamin: al carecer de una función social, permite al autor y a quien percibe la obra, permanecer en una posición crítica de la sociedad.

Por tanto, para esta doctrina, lejos de la belleza o no de la obra, el arte es, sin importar sus características estéticas, todo producto del artista que busque, mediante el conocimiento de este, que tanto el autor como el espectador permanezcan en una posición crítica de la sociedad.

Doctrina Heidegger.

Este doctrinario parte de la siguiente idea: “El arte es el origen de la obra, y ella es lo que hace posible a los creadores en su esencia”, notemos que para este doctrinario también pasa a un segundo plano la belleza, así como la importancia de esta respecto a su eternidad o no.
Para Heidegger es más importante la creación y el proceso creador de la obra que la obra en sí misma, la obra alimenta la capacidad del artista, el artista se convierte en una especie de obra de la obra, la obra, para este autor es quien modela al artista y no ocurre al revés como postulan las otras doctrinas.
Esta doctrina es quizá la idea fundamental en la que se basan diferentes artistas de la actualidad que desarrollan diferentes, e innovadoras, formas de arte: el Action espectacle (o arte de acción), el happning y hasta el Fluxus son claras muestras de aquella idea donde el proceso creativo es más importante que el arte derivado de dicho proceso.

Doctrina del Autor

Finalmente, para cerrar el ámbito de las doctrinas, tras leer, y comprender, aquellas que se han desarrollado en el Blog, es que decido cerrar este bloque con la doctrina, propia, que servirá a ustedes, amables lectores, para entender que es lo que este blog comprende por arte.
Como toda doctrina queda abierta la puerta a las criticas, ladrillazos, emboscadas con golpiza callejera y amenos debates televisados (o quizá no pero debates al fin y al cabo), es este mi punto de vista y espero se difunda por allí y por aquí, pero sobre todo entre los artistas y pensadores.
Para determinar realmente que es arte no se debe analizar a la obra derivada de la producción humana, sino a la finalidad que la persona, llamada artista, busca realizar con dicha producción.

El artista puede dejar de lado, si lo desea, las concepciones de bello o de los estéticamente agradable, según las convenciones sociales del territorio en que desarrolla su arte, pudiendo buscar nuevos medios, o utilizando los que se encuentren a su disposición para transmitir dicha expresión a uno, o varios, receptores de su, así llamado, arte. Para ello, no solo son viables los elementos que fijan una expresión en un material o soporte físico, sino también, las expresiones con elementos fungibles, y hasta las expresiones efímeras, que agotan la obra las la efectivizarían de la realización de dicha expresión.

Por tanto, resumiendo dicha explicación, es posible definir aquello que puede ser llamado arte de la siguiente manera:

Es la actividad y el producto mediante los cuales el ser humano expresa ideas, emociones o, en general, una visión del mundo, reflejando ésta a través de cualquier recurso que esté a su alcance y que puede o no ser estéticamente agradable a los sentidos.

Considero que en esta definición se toman en cuenta los aspectos referidos, tanto a la estética como al deseo del artista de expresar su visión al resto de la humanidad…

Y listo (vengan flores y ladrillazos), con esto podemos comenzar a leer noticias y cuestionar Estados, SENAPIS, SGAES, IDAUTORES o ARGENTORES, podremos ahondar en temas de protección de fanfics de piratas y de plagiadores, de autores y de admiradores, de derechos y sus derechos conexos… hablares, escribiremos y poco a poco, comprenderemos.

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